Combina aceites como el almizcle y el benjuí.
Relaja la mente y da tranquilidad espiritual.
Gran limpiador espiritual para dominar y tranquilizar a los espíritus
rebeldes, para preparar amuletos, consagrar, cargar altares y rituales.
Frotarse en las manos y cuello descarga tras una sesión energética.