Durante cientos de años, la salvia blanca ha sido considerada una planta sagrada y purificadora.
Palo santo ha sido parte de la cultura sudamericana durante siglos. La madera de este árbol silvestre de las selvas tropicales del Amazonas, fue quemada tradicionalmente por incas y chamanes para la purificación espiritual, la limpieza de energía y la curación.
La combinación del aroma intenso de salvia blanca con el suave aroma balsámico de palo santo proporciona un ambiente perfecto para la meditación.